Escrito el 25 de Mayo de 2010, en una mala época.
¿Nunca os ha pasado? Te pasas una noche entera durmiendo, y luego no
puedes abrir los ojos. Vas como un zombi por la vida, sin ver lo que
tienes delante de ti, sólo tinieblas, sombras, y formas tenues. Y de
repente, se te ocurre hacer un esfuerzo, y tiras de tus párpados para
que se abran: la luz te hace daño, te ciega, y el mero hecho de despegar
las cortinas que todo te lo están velando es terriblemente doloroso.
Pero... ¡qué placer poder moverte sabiendo a lo que te atienes! ¡Qué dicha al distinguir los colores!
Lo malo es que a veces, las menos, por fortuna, al abrir los ojos te das cuenta de que todo es más negro de lo que parecía.
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