Debía de estar poniendo unas caras muy cómicas.
Forzaba la vista (siempre he visto mal de cerca) mientras sacaba la lengua en la cumbre de mi concentración. No acababa de entender qué se suponía que había de interesante en aquella maraña de garabatos incomprensibles que llevaba media hora tratando de descifrar. Y de repente, sucedió. Los garabatos se convirtieron en letras, las letras revelaron sus sonidos. Los sonidos me susurraron una historia, una historia de oro, de barcos, de piratas que se enamoraban de las hijas de gente noble. Vi, a través de ello, el paisaje de una isla; toqué la tierra esponjosa y húmeda del montón que quedó tras enterrar los brillantes doblones, aspiré y me emborraché del olor de la pólvora en medio del mar.
Por fin, había aprendido a leer. Y, la verdad, aquello me gustaba.
Este texto es otro de los microrrelatos que presenté a concurso :)
¡Bienvenidos!
En este blog encontraréis desde sonetos hasta recetas. No esperéis encontrar una lógica en el orden de publicación de las entradas, porque no existe: este espacio está pensado para mantener la cordura entre hora de estudio y hora de estudio. Procuraré mantener las categorías bien definidas, por si venís buscando algo en concreto; no puedo prometer nada más.
Espero que el vistazo se os haga agradable.
Inés.
sábado, 30 de junio de 2012
sábado, 23 de junio de 2012
La calavera sonriente
“¡Morirás!”, dijo la muerte al nonato.
“Morirás tras haber envejecido,
tras, al fin, terminar tu recorrido.
Yo soy la parca, si quiero, te mato.
Habrás andado por el garabato
del camino que te trazo, querido;
habrás querido comer, ser comido,
sucederá como te lo relato.
Morirás, sí, tú, pero habrás crecido,
habrás odiado, habrás enamorado,
habrás llorado, y también reído.”
La muerte, sonriente, se ha escondido,
la conversación ahora se ha acabado,
y dejará la vida al no nacido.
Este soneto lo presenté al concurso de microrrelatos de la universidad... y no gané, como siempre :)
“Morirás tras haber envejecido,
tras, al fin, terminar tu recorrido.
Yo soy la parca, si quiero, te mato.
Habrás andado por el garabato
del camino que te trazo, querido;
habrás querido comer, ser comido,
sucederá como te lo relato.
Morirás, sí, tú, pero habrás crecido,
habrás odiado, habrás enamorado,
habrás llorado, y también reído.”
La muerte, sonriente, se ha escondido,
la conversación ahora se ha acabado,
y dejará la vida al no nacido.
Este soneto lo presenté al concurso de microrrelatos de la universidad... y no gané, como siempre :)
Y esto va de...
Mis textos,
soneto
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