Tengo los ojos pegados de sueño, y parte de la cara hinchada. Es lo malo de fumar todo lo que fumo, que la circulación se acaba resintiendo.
Nos ha tocado salir a las ocho y cuarto de casa, mi madre tiene que trabajar y yo tengo que volver al médico, ese ser que se cree que sabe mucho, y no tiene ni zorra idea de qué pasa en mi sistema inmunitario. La misma idea que tiene él, la tengo yo: ninguna.
Hemos subido al coche, siguiendo un rastro de gotitas de gasoil que algún averiado ha ido dejando por la carretera. En la radio dicen que un pequeño comando estadounidense ha atacado la vivienda de Bin Laden, matándole. La niebla, conforme los kilómetros son devorados por el "cuatrocientoseis", se va cerrando mientras nos absorbe.
No sé porqué, pero me he horrorizado al escucharlo. Sé que era un terrorista, que era el causante de las muertes de miles de personas. Pero... ¿y el derecho a un juicio? Hubiera acabado muerto de todas formas, silla eléctrica, inyección o gaseado, pero aún así... estos americanos tienen una mentalidad un tanto maquiavélica, ¿el fin justifica los medios? ¿es lícito hacer así las cosas? y el honor y toda esa mierda... ¿para quién?
Ni un rayo de luz se cuela entre la espesa capa de niebla que cubre la carretera. Adaja parte acá es un algodón, un algodón que me desorienta, no sé ni por qué curva de la carretera (esa carretera que llevo 20 años recorriendo casi a diario) me llego. Quizá me desorienta del mismo modo que la noticia del asesinato del terrorista más buscado del mundo.
No sé,... todo esto me quita las ganas. La niebla absorbe todo, la luz, el eco, y mis ganas de moverme. Todo lo que tengo que hacer hoy da vueltas en mi cabeza, mientras seguimos carretera alante.
Hoy NO va a ser un día productivo.
Me ha gustado, es muy natural n_n
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