Por extraños designios del destino, salen aplastadas. Yo puedo jurar que son redondas.
Estas dos bolas hechas con una murrina de arcoíris y fondo morado van a ser... algo. No sé el qué, aún, pero me gustan tanto que algo han de ser. De hecho, su trilliza es un anillo, con alambre negro, que llevé ayer en la facultad y parece que ha gustado.
¿Y a vosotros? ¿Os gustan?
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