¡Bienvenidos!

En este blog encontraréis desde sonetos hasta recetas. No esperéis encontrar una lógica en el orden de publicación de las entradas, porque no existe: este espacio está pensado para mantener la cordura entre hora de estudio y hora de estudio. Procuraré mantener las categorías bien definidas, por si venís buscando algo en concreto; no puedo prometer nada más.

Espero que el vistazo se os haga agradable.

Inés.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Pechugas de pollo rellenas de puerro y paté

Sí, estoy pesada con las recetitas. Pero es que últimamente no hago nada de fimo, ni dibujo, ni escribo; solamente estudio y como, y como para comer hay que cocinar, voy experimentando con recetas nuevas, para no hartarme de comer siempre lo mismo.

A lo que iba. Las pechugas de pollo son lo más versátil que se me ocurre, para comer. Las echas cualquier cosa y  cambian completamente, y están buenas.

Ésto se me ocurrió ayer no sé por qué, quizá porque tenía poca cosa en la nevera... pero a ello.


Necesitamos, para dos personas:

- 4 filetes de pechuga de pollo (si fueran 2 abiertos en libro, sería la bomba, pero era lo que había)
- puerro
- paté (yo he usado paté la piara del de toda la vida)
- un huevo
- pan rallado
- sal
- aceite
- palillos finos.

Para empezar, cortamos el puerro finito, en rodajas. Yo utilicé como 1/3 de la parte comestible. Lo echamos a la sartén y lo freímos a fuego medio hasta que esté hecho.

Una vez tenemos el puerro frito, lo echamos en un vaso, y añadimos media lata de paté. Y removemos hasta que nos quede una pasta que huele que alimenta.

Batimos el huevo y echamos una pizca de sal. Además, preparamos el pan rallado.

Echamos sal a las pechugas, y las rellenamos con la pasta. Yo lo hice doblando a la larga los filetes. Después, aseguramos los bordes pinchándolos con palillos (como si cosiéramos), lo pasamos por el huevo batido y el pan rallado, y a la sartén, a fuego medio, porque si no, se nos quemará el empanado por fuera y quedará crudo el pollo por dentro, y eso es un asco.



Y ya está. En vez de con puerro y paté, las podemos rellenar con jamón y queso, con chorizo y queso, a lo mejor con dátiles... yo qué sé. Se me ocurren mil formas, y me está entrando hambre, así que voy a ver si pincho algo.

¡Hasta que nos leamos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario