Hay un gran artista que conocí allá por 2008 en una fiesta universitaria vallisoletana, de esas que ahora ya no hay.
Un tío raro, tétrico como el solo, más majo que las pesetas, y al que sólo tienes que ponerle un bolígrafo en las manos y será capaz de abstraerse durante cinco minutos y hacerte una obra de arte inquietante.
La verdad sea dicha: cuando llegué a Valladolid pensaba que dibujaba bien. Fue conocer a este tío y cambiar radicalmente mi opinión de mí misma como dibujante.
Dejaré que juzguéis vosotros mismos, y bajo vuestra responsabilidad, las perlitas de este chaval.
Aquí está el link de su tristemente abandonada bitácora.
Es tétrico, ¿eh? Pero mola.
Edito: la ortografía no es lo suyo, pero sólo por los dibujos, merece la pena el soportar estoicamente la falta de haches. Desde el cariño siempre, ¿eh?
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