¡Buenos días!
Hoy me he levantado terriblemente vaga. Por eso la entrada que os pongo va a ser corta, aunque espero que útil. Son dos truquitos que he ido sacando de mi familia, porque yo con una sartén cerca tengo mucho peligro. Empecemos.
Primera pregunta: ¿Cómo hago para no tener que huir del aceite saltarín cuando estoy friendo, por ejemplo, un huevo?
Fácil, sencillo, y para toda la familia: echando un pellizquito de harina en el aceite dejará de saltar. Lo siento por los celíacos, pero no sé si funciona con harina de arroz o de maíz.
Segunda pregunta: ¿Cómo narices evito que el arroz blanco se me quede pegado al fondo de la cazuela?
Hay dos respuestas posibles, una, echando mucho más agua de la necesaria, y dos, que es la elaborada (y la que uso yo, porque si no el arroz no me gusta cómo queda)... friéndole un poquito antes de añadir el agua. No lo evitas del todo, pero sí bastante.
Y hasta aquí los consejos para novatos de hoy :)
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